23 de Septiembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él

Cómo soltar el control y descubrir la paz que solo Dios da

Plena Confianza en Dios

Confiar en el Señor hace que obedecerle sea más fácil. Y cuando obedecemos, nuestra confianza en Él crece cada vez más.

El problema es que muchas veces nos cuesta soltar el control. Pensamos que nuestra vida es solo nuestra, aunque en realidad ya se la entregamos a Dios cuando creímos en Él.

Un ejemplo de confianza

Se cuenta la historia de un hombre que quiso cruzar las cataratas del Niágara en bicicleta, sobre un cable. La multitud lo miraba, y con mucha concentración logró llegar al otro lado. Todos lo aplaudieron.

Después, un periodista le preguntó si alguien se atrevería a cruzar con él. Hubo silencio… hasta que una niña dijo: “¡Yo voy!”. Se subió y él cruzó de regreso con ella. La gente no podía creerlo.

Al final, le preguntaron a la niña por qué había confiado tanto. Ella respondió: “Porque él es mi papá”.

Así es la confianza que Dios espera de nosotros.
¿Confías en tu Padre celestial como esa niña confió en su papá?

La Biblia dice:

“Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria” (Isaías 12:2).

Creer no es lo mismo que confiar
Mucha gente cree en Dios, pero pocos confían realmente en Él. Confiar es descansar, soltar, poner tu seguridad en que Él sabe lo que hace.

La confianza se demuestra en los momentos difíciles, cuando lo lógico no alcanza. Como Josué, que recibió un plan extraño de Dios: rodear los muros de Jericó y gritar. Nada de estrategia militar, solo obediencia y fe. Él eligió confiar, y Dios hizo lo imposible.

Nuestra reacción ante lo que no entendemos muestra qué tan cerca estamos de Dios.

Obedecer aunque no tenga sentido

Obedecer a Dios a veces se siente como luchar contra nosotros mismos:

• La mente dice: “Esto no tiene lógica”.
• El miedo dice: “Y si sale mal…”.
• El corazón dice: “Hazlo, Dios es fiel”.

Y aunque cueste, obedecer siempre es la mejor opción.
Cada acto de confianza es como un depósito en tu cuenta celestial. Es un capital que te sostendrá en los días difíciles.

“Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza” (2 Corintios 3:12).

🙏Oracion Final

Señor, enséñame a confiar en Ti como un niño confía en su padre. Quita de mí el miedo, la duda y la necesidad de control. Hoy decido descansar en tus manos, porque sé que tus planes son mejores que los míos. Amén