21 de Septiembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Cuando piensas que se acabó, Dios recién comienza
Una gloria mayorHageo 2:9:
"La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.”Dios promete que lo que viene para tu vida será mejor que lo que ya viviste. Tal vez hoy pienses que tus mejores momentos quedaron en el pasado, que lo bueno ya pasó, pero la Palabra de Dios dice lo contrario:
lo mejor todavía está por venir.
El pueblo de Israel, en tiempos de Hageo, había caído en el error de distraerse con sus propios intereses. Se enfocaron tanto en sus problemas y responsabilidades diarias, que dejaron a Dios en segundo plano. Eso trajo desánimo y pérdida de visión.
¿No nos pasa lo mismo hoy?
Trabajo, cuentas, preocupaciones, compromisos… nos llenamos de cosas y, sin darnos cuenta, dejamos a Dios y su presencia en segundo lugar. Pero Hageo nos recuerda tres claves para volver al camino y experimentar esa
gloria mayor que Dios prometió:
1. Subir al monte de Dios"Subid al monte…" (Hageo 1:8)El monte representa intimidad con Dios. No se trata de un lugar físico, sino de
apartar un tiempo diario para buscarlo. Allí recibimos dirección, fuerzas nuevas y sanidad para el corazón.
- Moisés subió al monte siendo un hombre inseguro y temeroso, pero bajó como libertador del pueblo de Israel. Cuando tú subes a la presencia de Dios en oración, nunca bajas igual: regresas con paz, con fuerzas y con nuevas oportunidades.
Aplicación práctica:¿Qué tal si mañana en vez de comenzar el día mirando el celular, lo comienzas orando 5 minutos y leyendo un versículo? Ese es tu monte con Dios.
2. Traer la madera: la cruz de CristoLa “madera” apunta a la cruz. No como un adorno colgado en el cuello, sino como una verdad grabada en el corazón.
Significa vivir recordando que
Jesús ya pagó el precio por ti y que tu vida ya no se trata solo de ti, sino de Cristo viviendo en ti. Como decía Pablo:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20).
Aplicación práctica: cada vez que enfrentes un problema, en lugar de decir “no puedo más”, recuerda la cruz y declara: “Jesús ya venció esto por mí”.
3. Reedificar la casa de DiosNo hablamos de paredes, sino de tu vida, porque la Biblia dice que somos
templo del Espíritu Santo. Reedificar la casa es volver a levantar la oración, la fe y la confianza en Dios.
- Cada palabra que sale de tu boca construye o destruye. Cuando oras, edificas; cuando bendices en lugar de maldecir, edificas; cuando eliges palabras de fe, edificas.
Aplicación práctica: en vez de decir “mi familia nunca va a cambiar”,
di: “Mi familia será transformada por el poder de Dios”. Ese cambio de palabras es parte de reedificar.