18 de Septiembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él

Cuando la fe entra, el temor se va: atrévete a dar el paso

Liberándome del temor: el camino hacia nuevas oportunidades

Dios quiere llevarte a un nuevo nivel de libertad.
¡Es tu oportunidad! Esa que tanto esperabas.

Pero toda oportunidad trae consigo algo que puede frenarnos:

el temor.
El temor es como un candado invisible que nos paraliza frente a las puertas abiertas. Nos hace pensar demasiado en lo que podría salir mal, en vez de ver lo que Dios puede hacer. Sin embargo, las oportunidades no son “automáticas”: no te encuentran, tú eres quien debe reconocerlas con ojos de fe.

El temor: enemigo de las oportunidades

Todos hemos sentido miedo: al fracaso, al futuro, a no ser suficientes, a lo que dirán los demás.
Ese mismo temor lo sintió el pueblo de Israel cuando apareció Goliat. Todos veían a un gigante imposible de derrotar, pero David vio una oportunidad para darle gloria a Dios.
La diferencia entre David y los demás no fue su tamaño, ni su experiencia: fue su fe.

La fe abre los ojos, el temor los cierra.
La fe nos impulsa a avanzar, el temor nos hace retroceder.

Jacob: un hombre como tú

Quizás piensas: “Eso es fácil para David, él es un héroe de la Biblia”. Pero mira a Jacob.
Jacob era un hombre común, con errores, miedos y conflictos, igual que tú y yo. Tenía promesas de Dios sobre su vida, pero había algo que no lo dejaba avanzar:
el temor a enfrentar a su hermano Esaú, a quien había engañado años atrás.

Ese temor lo dividía por dentro, lo llenaba de ansiedad y lo hacía pensar lo peor. Así también pasa con nosotros: cuando tenemos miedo, vivimos con “doble ánimo”. Queremos avanzar, pero al mismo tiempo nos paralizamos pensando en todo lo que podría salir mal.

Lo que hace la diferencia

¿Cómo venció Jacob sus temores?

1. Orando: se refugió en la presencia de Dios.
2. Recordando las promesas: no se apoyó en su lógica, sino en lo que Dios ya le había dicho.
3. Obedeciendo: dio el paso aunque seguía temblando.

El temor siempre va a levantar “400 razones” para que no des un paso, pero la fe solo necesita una razón: confiar en Dios.

La Biblia dice:

“El perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18).

Ese amor es el que nos recuerda que no estamos solos. Si Dios abre una oportunidad, Él mismo nos capacita para atravesarla.

🙏Oracion Final

Señor, hoy renuncio a mis temores y los pongo en tus manos. Ayúdame a ver las oportunidades que tú pones frente a mí y dame la valentía para caminar en fe. Que tu perfecto amor llene mi corazón y eche fuera todo temor. Amén