UN DIA A LA VEZ
365 Momentos con Él: SEPTIEMBRE
SEPTIEMBRE
16 de Septiembre – 365 momentos con El
El refugio que necesitas hoy está en Dios
Hay momentos en la vida en los que no sabemos si llorar, gritar o simplemente rendirnos. Todos hemos estado ahí:
cuando la crisis golpea, cuando la soledad pesa o cuando parece que nadie nos entiende. ¿Y si en lugar de callar, transformas ese dolor en un salmo?
Los Salmos en la Biblia nacieron justo en esos momentos: en cuevas, en desiertos, en noches de angustia.
Eran gritos que se convirtieron en canciones y oraciones que abrieron el cielo. Hoy, ese mismo Dios que escuchó a David quiere escucharte a ti.
16 de Septiembre – 365 momentos con El.
El Dios que nunca olvida tus esfuerzos
16 de Septiembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Cómo transformar tus lágrimas en oración
Un salmo para mi Dios
¿Sabías que la mayoría de los Salmos no se escribieron en oficinas cómodas ni en momentos de calma?
No. Nacieron en cuevas, desiertos y noches llenas de lágrimas. David, y muchos otros, levantaron sus cantos en los días más oscuros, cuando sentían que no podían más.
Eso es lo increíble:
los Salmos no son poesía lejana, son gritos de auxilio convertidos en canciones. Son pruebas de que, aun en medio del dolor, se puede encontrar refugio en Dios.
A veces lo único que necesitamos es detenernos, hacer un Selah (una pausa), y dejar que sea Dios quien hable. Hoy yo necesito eso:
escribirle un salmo, cantarle,orarle,escribirle mi blog , esconderme en Sus brazos. No mañana, no después… hoy.
Y quizá tú también lo necesitas. Tal vez tu corazón pide consuelo, tal vez anhelas un abrazo que nadie más puede darte. Tal vez necesitas volver a sentir que no estás solo.
La Biblia dice en Jeremías 29:13-14:
“Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán, dice el Señor. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar.”
Quizás tu “cautiverio” no sea una prisión real, sino pensamientos que no te dejan dormir, culpas que arrastras, adicciones que te atan o problemas que parecen no tener salida.
Pero aquí hay una promesa: si lo buscas, lo encontrarás.
Y cuando lo encuentras, es como volver a casa… una casa donde la puerta siempre está abierta y los brazos de Dios siguen extendidos.
No te confundas: ser hijo de Dios no significa vivir sin problemas. El mismo Rey David escribió:
“La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión” (Salmo 34:19).
Él sabía lo que era huir, llorar, perder… pero también sabía lo que era levantar un salmo en medio del dolor y ser rescatado una y otra vez.
Quizá hoy pienses que tu situación es un castigo, que tu matrimonio está roto, que la crisis te ha dejado vacío, o que tu enfermedad te robó la alegría.
A ti quiero hablarte: Dios no te ha dejado solo.
Él intercede por ti, incluso cuando sientes que tu vida se sacude como una piñata.
Y recuerda esto: después de la tormenta viene un nuevo tiempo.
Cantares 2:10-12 lo dice así:
“El invierno se acabó, las lluvias ya pasaron, las flores están brotando y los cantos llenan el aire.”
Lo que ahora ves como lágrimas, Dios lo puede transformar en un arco iris de esperanza. Tus oraciones son como un perfume que sube a Su presencia, y Él nunca las desprecia.
Por eso hoy te animo:
escríbele un salmo a Dios.
No tiene que ser perfecto ni poético.
Puede ser tan simple como:
“Señor, aquí estoy, ayúdame.”
Lo importante es abrir tu corazón.
Dale gracias por las veces que te sostuvo, cuéntale lo que sientes, confía en que viene un nuevo tiempo para ti.
Hazlo hoy. Y descubrirás que en medio de tu desierto también puede nacer un canto.
No tiene que ser perfecto ni poético.
Puede ser tan simple como:
“Señor, aquí estoy, ayúdame.”
Lo importante es abrir tu corazón.
Dale gracias por las veces que te sostuvo, cuéntale lo que sientes, confía en que viene un nuevo tiempo para ti.
Hazlo hoy. Y descubrirás que en medio de tu desierto también puede nacer un canto.
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"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."
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🙏Oracion Final
Padre amado, hoy vengo a ti con mi corazón abierto. A veces me siento perdido, cansado y sin fuerzas, pero creo que Tú eres mi refugio. Transforma mis lágrimas en un canto, mi silencio en oración y mi dolor en esperanza. Quiero esconderme en tus brazos y descansar en tu amor. Gracias porque siempre me escuchas y nunca me dejas solo. Amén.¿Te gustó este artículo? ¡Déjanos tu opinión y compártelo con tus amigos!
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