SEPTIEMBRE

02 de Septiembre – 365 momentos con El


Cuando Dios allana tu vida, nada te detiene


Todos hemos experimentado lo difícil que es avanzar cuando el camino está lleno de obstáculos. Imagina conducir por una carretera con baches, piedras y curvas peligrosas: el viaje se vuelve lento, cansado y hasta riesgoso.

Así mismo sucede con nuestro corazón. A veces cargamos con heridas, culpas, resentimientos o distracciones que no nos dejan avanzar hacia lo que Dios tiene preparado para nosotros.

La buena noticia es que Dios no te pide que lo hagas solo: Él mismo quiere allanar tu camino, limpiar tu interior y darte una nueva identidad. Lo que antes te frenaba ya no tiene por qué marcar tu futuro. Hoy puedes decidir preparar tu corazón para que la gloria de Dios se manifieste en tu vida de una manera real y transformadora.

02 de Septiembre – 365 momentos con El.

De heridas a esperanza: el camino hacia un nuevo nombre

02 de Septiembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él


Un corazón listo para la gloria de Dios

Allanando el camino de nuestro corazón
Isaías 40:2-5 nos habla de un anuncio de consuelo:

“Hablad al corazón de Jerusalén… preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios”.

En palabras simples, este pasaje nos invita a quitar los obstáculos del corazón para que Dios pueda manifestar su gloria en nuestra vida. Juan el Bautista cumplió esta profecía llamando a todos al arrepentimiento: dejar la rutina religiosa, las tradiciones vacías y volvernos a Dios con sinceridad.

Imagina que tu corazón es como una carretera:

  • Hay baches (heridas emocionales, pecados no confesados).
  • Hay curvas peligrosas (malos hábitos, decisiones equivocadas).
  • Hay montañas y valles (orgullo o baja autoestima).
Dios quiere allanarlo todo para que su presencia fluya sin obstáculos.

Preparar el corazón en la vida real
Cuando la gente le preguntaba a Juan “¿qué debemos hacer?”, él les daba consejos muy prácticos:

  • A los cobradores de impuestos: ser justos.
  • A los soldados: no abusar de su autoridad, ser agradecidos.
  • A todos: compartir con el que no tiene.

Es decir, preparar el corazón no es solo orar, sino cambiar actitudes: vivir con integridad, generosidad y gratitud.
Pregúntate:

  • ¿Soy justo en mis relaciones y trabajo?
  • ¿Soy generoso o me aferro a lo mío?
  • ¿Soy agradecido o vivo quejándome?
Cada decisión diaria es un “allanamiento del camino” para que Dios habite en nosotros.

Tipos de corazones (Marcos 4:13-20)
Jesús nos mostró que no todos los corazones responden igual a la Palabra:

  • Endurecidos: personas heridas que ya no creen. Como el hermano del hijo pródigo: tenía todo, pero vivía frustrado.
  • De poca raíz: reciben el mensaje con emoción, pero en las pruebas se derrumban.
  • Entre espinos: creen, pero las preocupaciones, el trabajo o las distracciones ahogan su fe.
  • Dispuestos: imperfectos, pero con un corazón abierto para dejarse transformar.
Pregunta práctica: ¿qué tipo de corazón tengo hoy?

Una nueva identidad
Dios no nos deja con nuestras viejas etiquetas (“la ansiosa”, “el egoísta”, “el amargado”). Él nos da un nombre nuevo: amado, valioso, victorioso.

  • Abram → Abraham: de “padre enaltecido” a “padre de multitudes”.
  • Simón → Pedro: de “junco débil” a “roca firme”.
Lo mismo quiere hacer contigo.

Seguir a Dios en todo tiempo

En el desierto, el pueblo de Israel seguía la nube de la gloria de Dios. Hoy, a veces nos enfocamos más en la liturgia o en las actividades de la iglesia que en la presencia viva de Dios.
Dios nos pide una fe diaria:

  • No solo el domingo en la iglesia, también el lunes en el trabajo.
  • No solo cuando estamos alegres, también en medio de la angustia.
Seguir a Dios es soltar el pasado, perdonar y permitir que el Espíritu Santo nos guíe.

El corazón importa más que la apariencia
Saúl fue elegido rey por su apariencia: alto, atractivo, imponente. Pero le faltaba integridad y terminó alejándose de Dios. En cambio, David, a pesar de sus fallos, fue llamado “un hombre conforme al corazón de Dios”.
Hoy, Dios busca esa nueva generación de “Davides”: personas que no son perfectas, pero que desean apasionadamente su presencia.

Decisión final:

La pregunta es:
  • ¿Qué camino eliges? ¿Seguir con un corazón cargado de heridas y viejas etiquetas, o dejar que Dios limpie tu interior para llevarte a un futuro nuevo?
Filipenses 1:6 nos recuerda:
“El que comenzó la buena obra en ti, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Dios ya empezó contigo, pero espera tu decisión de avanzar.

¡Ya no eres lo que creías que eras! Tienes un nuevo nombre, una nueva identidad y un corazón preparado para su gloria.

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Señor amado, hoy te entregamos nuestro corazón tal como está: con heridas, temores y limitaciones. Te pedimos que seas Tú quien lo limpie, lo sane y lo prepare para tu gloria. Rompe todo obstáculo que nos aleja de Ti y enséñanos a caminar en obediencia y gratitud cada día. Gracias porque nos das un nuevo nombre, una nueva identidad y un futuro lleno de esperanza. Declaramos que ya no somos lo que el pasado dijo de nosotros, sino lo que Tú has hablado: hijos amados, escogidos y victoriosos. En el nombre de Jesús, amén. 🙌
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