UN DIA A LA VEZ
365 Momentos con Él: OCTUBRE
OCTUBRE
26 de octubre – 365 momentos con El
Cuando el miedo te paraliza, su protección te levanta
Hay momentos en los que nos sentimos desprotegidos: la salud falla, las finanzas se tambalean, o la ansiedad nos roba el sueño. En esos días, parece que todo se descontrola… pero el Salmo 91 nos recuerda una verdad eterna:
no estamos solos.
Dios es nuestro refugio, nuestro escudo y nuestra fortaleza. Cuando el miedo toca la puerta, Él nos cubre con sus alas. No importa lo que ocurra afuera; si habitas bajo su sombra, nada puede tocar tu paz. Este es el tiempo de confiar, descansar y dejar que su protección camine contigo cada día.
26 de octubre – 365 momentos con El.
Tienes un equipo celestial
protegiéndote cada día.
protegiéndote cada día.
26 de octubre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Bajo sus alas: cuando Dios se convierte en tu mejor escudo
Salmo 91: Su protección va conmigo
Hace poco, un virus entró en mi telefono.
Cada vez que intentaba abrir una página, me llevaba a otro sitio. Nada funcionaba. Me sentí vulnerable, frustrada y sin control.
Hasta que recordé este salmo.
Y comprendí algo muy importante: sin la protección de Dios, vivimos como una computadora o telefono sin antivirus, expuestos a todo tipo de ataques.
No hay mejor seguro, ni mejor escudo, que su presencia.
*“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.Yo le digo al Señor: ‘Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.’”*
(Salmo 91:1–2)
Dios es tu refugio cuando no tienes a dónde ir
Hay días en que sentimos que el mundo se nos viene encima: problemas, enfermedades, deudas, malas noticias. Pero justo en esos momentos, Dios nos recuerda:
“Ven, refúgiate bajo mis alas. Aquí estás a salvo.”
Cuando hablas con Él, aunque sea unos minutos, algo cambia dentro de ti.
Su paz reemplaza la ansiedad. Su fuerza te levanta. Su amor te cubre.
Ningún café ni energía artificial puede darte eso.
Su protección es real
El Salmo 91 promete algo asombroso:
“Podrán caer mil a tu izquierda y diez mil a tu derecha, pero a ti no te tocará.”
Esto no significa que no enfrentaremos problemas, sino que Dios nos sostendrá en medio de ellos.
Cuando todo a tu alrededor se derrumba, Él te mantiene firme.
Es como estar en medio de una tormenta, pero bajo un techo que no se mueve.
Y no estás sola o solo :
“Porque Él mandará a sus ángeles que te cuiden en todos tus caminos.”
Tus pasos no pasan desapercibidos. Tienes un equipo celestial protegiéndote cada día.
El temor y la fe no pueden convivir
El miedo y la fe son opuestos.
Donde uno entra, el otro se va.
El miedo es como dejar la puerta abierta al ladrón: entra y roba la paz, el sueño y la confianza.
Y el enemigo sabe usarlo muy bien.
Vivimos rodeados de miedo: las noticias, la economía, la salud, el futuro…
El temor vende, el temor domina.
Pero el miedo no viene de Dios.
Cuando temes, estás creyendo —sin darte cuenta— que el mal es más fuerte que el bien.
Y eso es una mentira.
Ejemplo de la vida real
Imagina que tienes que ir al dentista, y pasas una semana con miedo.
Sufres antes, sufres durante y sufres después.
En total, sufriste más por el miedo que por el dolor real.
Así funciona el temor: te hace pagar por adelantado por algo que quizás nunca pase.
El enemigo se ríe cuando te ve preocupada, porque mientras temes, dejas de confiar.
Dios tiene la última palabra
Dios dice:
“Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en la angustia; lo libraré y lo llenaré de honra.”
(Salmo 91:15)
Qué promesa tan hermosa.
No necesitas intermediarios ni líneas ocupadas.
Tienes el número directo de Dios.
Solo necesitas llamarlo, y Él responde.
Reflexiona
El miedo te encadena. La fe te libera.
El temor te desgasta. La confianza te renueva.
Hoy Dios te dice:
“No temas. Yo estoy contigo. No hay plaga, no hay mal, no hay circunstancia que pueda separarte de mi cuidado.”
Dile :
Señor, gracias por ser mi refugio.
Hoy decido apagar las voces del miedo y encender mi fe.
Cúbreme con tus alas, protégeme de todo mal y enséñame a confiar, incluso cuando no entienda.
Declaro que tu protección va conmigo, que tus ángeles me rodean y que nada podrá apartarme de tu amor.
Amén.
Hoy decido apagar las voces del miedo y encender mi fe.
Cúbreme con tus alas, protégeme de todo mal y enséñame a confiar, incluso cuando no entienda.
Declaro que tu protección va conmigo, que tus ángeles me rodean y que nada podrá apartarme de tu amor.
Amén.
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🙏Oracion Final
Señor, gracias por recordarme que tu presencia es mi refugio.Cuando el miedo me visite, recuérdame que bajo tus alas estoy a salvo.
Líbrame de la ansiedad, del temor y de las preocupaciones que no puedo controlar.
Cúbreme con tu paz, y hazme sentir que tus ángeles me acompañan donde quiera que vaya.
Confío en ti, mi protector y mi Dios. Amén.
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