OCTUBRE

17 de octubre – 365 momentos con El


No se haga mi voluntad, sino la tuya: el secreto de una fe firme en tiempos difíciles


A veces sentimos que nuestra vida está estancada, como si camináramos en el lodo sin poder avanzar.

Nos esforzamos, oramos, y parece que nada cambia. Pero ¿sabías que en ese silencio Dios está trabajando?

El Salmo 40 nos enseña que esperar en Dios no es perder el tiempo, sino invertirlo en el proceso de nuestra transformación.

David aprendió que cuando se rinde la propia voluntad y se confía plenamente en Dios, Él no solo te saca del pozo: te pone sobre terreno firme y te da una nueva canción que otros querrán cantar.

17 de octubre – 365 momentos con El.

Del pozo al propósito: cómo Dios transforma tu espera en bendición

17 de octubre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él



Cuando la vida se detiene, Dios sigue trabajando: aprende a esperar en Su voluntad


Salmo 40: Vive en el centro de su voluntad
Todos pasamos por momentos donde sentimos que estamos hundidos —como si la vida se volviera un pozo sin salida.

David también pasó por eso, y en el Salmo 40 nos muestra lo que significa depender totalmente de Dios.
“Con paciencia esperé que el Señor me ayudara, y él se fijó en mí y oyó mi clamor.

Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango.
Puso mis pies sobre suelo firme y, a medida que yo caminaba, me estabilizó.
Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios.”
Salmo 40:1-3

Esperar con fe: cuando Dios parece tardar, no está ausente
Esperar nunca es fácil. Vivimos en una sociedad que quiere todo “ya”: la comida, el éxito, las respuestas.

Pero Dios no trabaja con relojes humanos.
Mientras tú crees que Él está en silencio, en realidad está preparando tu salida del pozo.

David fue obediente, y Dios lo bendijo de cuatro maneras poderosas:

  1. Lo sacó de la desesperación.
  2. Puso sus pies sobre terreno firme.
  3. Lo estabilizó mientras caminaba.
  4. Le dio un nuevo canto de alabanza.
Eso mismo puede hacer contigo.

A veces la vida parece un candado imposible de abrir, pero Dios no crea candados sin llaves.

Si hay un problema, también hay una solución.
Solo necesitas mantenerte en el centro de Su voluntad, no en el centro de tu ansiedad.

Rendir mi voluntad: el paso que más cuesta
“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; tu ley está en medio de mi corazón.”
Salmo 40:8

Cumplir la voluntad de Dios no siempre se siente cómodo, pero siempre trae paz.
Significa rendir nuestros planes, deseos y sueños, y decirle:
“Señor, lo que tú quieras, aunque no sea lo que yo esperaba.”
Nos cuesta hacerlo porque somos humanos: queremos tener el control, decidir, imponer nuestra forma.

Pero cuando sueltas tu voluntad, Dios toma el control que tú no podías sostener.
Jesús mismo nos dio el ejemplo:

“Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.”
Juan 4:34
Para Jesús, cumplir la voluntad del Padre era su alimento.
Así como tú no puedes vivir sin comer, tu alma no puede vivir sin obedecer a Dios.

Vivir en el centro de Su voluntad
Dios no busca corazones autosuficientes, sino corazones rendidos.
No quiere que lo busques solo cuando tienes problemas, sino cada día, en lo pequeño y lo grande.

Pregúntale cada mañana:
“Señor, ¿en qué quieres que te obedezca hoy?”
Esa oportunidad de estar con Él no se recupera mañana, porque Dios te quiere ahora.

En el huerto de Getsemaní, Jesús también tuvo que elegir entre su voluntad y la del Padre:
“Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
Lucas 22:42

Y gracias a esa decisión, tú y yo hoy tenemos esperanza.
Cuando tú decides lo mismo —“no mi voluntad, sino la tuya”—, Dios te saca del pozo, te estabiliza y te da una nueva canción que otros verán y dirán:
“Quiero tener esa paz.”

REFLEXION:

Señor, como dice el Salmo 143:10:
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.”
Hoy rindo mis planes, mis miedos y mis deseos.
Haz de mi vida una ofrenda viva.
Que mi búsqueda de ti se vuelva mi pasión más grande,
hasta que mi corazón aprenda a vivir completamente en el centro de tu voluntad.
Amén.

Ayúdanos a seguir creciendo

En Un Día a la Vez ofrecemos apoyo, reflexión y esperanza para quienes lo necesitan.
Si estás en Argentina, invitame un café y ayudanos a seguir llegando a más personas:
[Apóyame con un café desde Argentina ☕]

Si estás en el extranjero, podés colaborar a través de PayPal:
[Apoyame con PayPal 💛] o [Apóyame con un café ☕]

Tu apoyo hace la diferencia y nos permite seguir ofreciendo contenido gratuito. 🙏

¡Apóyame con un café!

¡Apóyame con un café!

"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."
PASO 1
Desliza hasta el final
PASO 2
haz clic en el enlace de 'Petición de Oración
PASO 3
"Envía tu petición de oración y permítenos acompañarte en este camino. Estamos aquí para orar contigo y por ti."

🙏Oracion Final

Señor, enséñame a esperar en ti sin desesperar.
Cuando no entienda tu silencio, recuérdame que sigues obrando.
Rindo mis planes, mis deseos y mi voluntad para que se cumpla la tuya en mí.
Pon mis pies sobre tierra firme y dame un nuevo canto de fe y esperanza.
Quiero vivir cada día en el centro de tu voluntad.
Amén.
¿Te gustó este artículo? ¡Déjanos tu opinión y compártelo con tus amigos!
¡Únete a nuestra comunidad y mantente al día con las últimas novedades!
¡Únete a nuestra comunidad y mantente al día con las últimas novedades!

UN DIA A LA VEZ


momentos.365@gmail.com

Tilda Publishing
Hello world!
WhatsApp
Made on
Tilda