UN DIA A LA VEZ
365 Momentos con Él: OCTUBRE
OCTUBRE
13 de octubre – 365 momentos con El
Aun en silencio, Dios está respondiendo tus oraciones
Hay días en los que las fuerzas no alcanzan y sentimos que nuestras oraciones se pierden en el aire.
Pero el Salmo 34 nos recuerda una verdad poderosa:
Dios escucha, incluso cuando el alma tiembla y las palabras no salen.
Él no ignora tus lágrimas, no olvida tu esfuerzo, ni se aleja en tus momentos de debilidad.
Cuando decides alabar en medio del dolor, estás diciendo con tu vida: “Señor, confío en ti aunque no lo entienda todo”.
Y es entonces cuando el cielo se abre… y Dios comienza a obrar, aun en lo invisible.
13 de octubre – 365 momentos con El.
Aun en silencio, Dios está respondiendo tus oraciones
13 de octubre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Aun en silencio, Dios está respondiendo tus oraciones
Salmo 34: Escuchados por Dios
Hay días en que simplemente no tenemos ganas de nada.
Ni de trabajar, ni de orar, ni de seguir luchando. Todo parece gris, y sentimos que nuestras fuerzas se agotaron. Pero justo en esos momentos, este verso del Salmo 34 cobra más vida que nunca:
v.1 “Alabaré al Señor en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas.”
En todo tiempo.
No solo cuando todo va bien, sino también en medio del cansancio, la incertidumbre o el dolor. Porque cada vez que decides alabar en medio de la prueba, estás diciéndole a tu alma que Dios sigue en control.
Y Él, fiel a su palabra, promete grandes bendiciones a quienes confían en Él. Mira lo que dice este mismo Salmo:
34:4 – Él nos libra del temor.
34:7 – Nos guarda y defiende.
34:8 – Nos muestra que Él es bueno.
34:9 – Suple nuestras necesidades.
34:15 – Nos escucha.
34:22 – Nos redime.
Pero estas promesas se activan cuando decidimos participar activamente de nuestra fe:
- Confiando en Él (v.4,10)
- Clamando con sinceridad (v.6,17)
- Refugiándonos en su presencia (v.8)
- Viviendo con integridad y paz (v.13–14)
- Sirviéndole con humildad (v.22)
Dios no se queda lejos del que sufre. Al contrario, se acerca más que nunca al corazón quebrantado.
Salmo 34:19 dice: “La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión.”
David lo sabía muy bien:
A veces creemos que Dios no nos escucha porque no vemos resultados inmediatos, pero Él siempre está trabajando en silencio en aquello que todavía no entendemos.
Tal vez no te ha dado lo que pides porque primero quiere enseñarte que lo necesitas más a Él que a lo que estás pidiendo.
Antes de pensar que algo te falta, pregúntate:
¿Realmente lo necesito?
¿Es bueno para mí?
¿Es este el momento correcto?
Aun si la respuesta fuera “sí” a todo, Dios puede estar diciendo: “Primero quiero que aprendas a confiar en mí completamente”.
Porque cuando tienes a Dios, tienes todo lo que realmente necesitas.
Él no ha apartado sus ojos de ti.
Él te escucha, te cuida y te recuerda que sigues siendo su tesoro más valioso.
¿Es bueno para mí?
¿Es este el momento correcto?
Aun si la respuesta fuera “sí” a todo, Dios puede estar diciendo: “Primero quiero que aprendas a confiar en mí completamente”.
Porque cuando tienes a Dios, tienes todo lo que realmente necesitas.
Él no ha apartado sus ojos de ti.
Él te escucha, te cuida y te recuerda que sigues siendo su tesoro más valioso.
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Señor, gracias porque aun cuando mi voz se quiebra, Tú me escuchas.En mis silencios, Tú hablas; en mis caídas, Tú me levantas.
Ayúdame a confiar en que tus tiempos son perfectos y que tu mirada nunca se aparta de mí.
Enséñame a alabarte en todo momento, porque sé que cada prueba es también una oportunidad para ver tu bondad.
Amén.
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