OCTUBRE

05 de octubre – 365 momentos con El


El refugio seguro cuando la injusticia te golpea


¿Has sentido que la gente mala prospera mientras los que buscan hacer el bien sufren?

El Salmo 10 refleja exactamente esa frustración: parece que los malvados triunfan, que nada los detiene y que Dios guarda silencio.

Pero la verdad es que su aparente victoria es temporal, porque Dios nunca pierde el control.

Él escucha el clamor del oprimido, consuela al indefenso y, tarde o temprano, pedirá cuentas a quienes hacen el mal.

Este salmo nos enseña que no estamos solos: aunque la maldad tenga su “momento de gloria”, el final siempre lo escribe Dios.

05 de octubre – 365 momentos con El.

Dios no se queda callado: Él hará justicia

05 de octubre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él


Cuando parece que la maldad gana… pero no


Salmo 10: ¿Triunfan los malvados?
Cuando parece que Dios está lejos
“Señor, ¿por qué permaneces distante?, ¿por qué te escondes cuando estoy en apuros?” (v.1).

¿Alguna vez sentiste que orabas y el cielo estaba cerrado? Eso mismo experimentó el salmista. A veces parece que los malvados prosperan, que tienen todo bajo control, mientras que los que buscan a Dios sufren injusticias.

Pero aquí está la verdad: cuando más sentimos a Dios lejos, más debemos orar para encontrarlo, porque Él no nos ignora.

El aparente triunfo del mal
“Los malvados se jactan, creen que nada los detendrá, que ni siquiera Dios puede pararlos” (v.2-3).

Hoy lo vemos en políticos corruptos, en empresarios que se enriquecen explotando a otros, en personas que dañan sin remordimiento. Y uno se pregunta:
¿por qué prosperan?
Pero la Biblia nos recuerda algo clave:
la riqueza y el poder son temporales, no viajan contigo a la tumba.
El aplauso del mundo dura un instante, pero el juicio de Dios es eterno.

El engaño del orgullo
“El malvado piensa: jamás nos pasará nada, viviremos sin problemas” (v.4-6).

Ese es su pensamiento, pero no es su final. La realidad es que nadie puede escapar del juicio de Dios. Quizá la factura no llega hoy, ni mañana, pero Dios siempre pedirá cuentas. Él ve todo lo que hacemos, incluso lo que otros no ven.

El consuelo de los indefensos
“Señor, Tú conoces las esperanzas de los indefensos; escucharás sus clamores y los consolarás” (v.17).

La buena noticia es esta:
los hijos de Dios nunca están solos en medio de la injusticia. Cuando alguien planea hacerte mal, tú puedes levantarte a orar, y Dios será tu defensor. Él escucha, Él consuela y Él hace justicia.

Una lección de vida:

Los malvados no quedan impunes, aunque lo parezca. Dios toma nota, Dios ve, Dios pesa los corazones. Por eso, más que preocuparte por lo que te hacen, ocúpate de no estar en deuda con Dios.

Búscalo, ora, perdona, vive en su voluntad… y cuando llegue el día de repartir justicia, serás de los primeros en experimentar su favor.
  • Este salmo nos recuerda que la maldad puede tener “su momento de gloria”, pero jamás el último capítulo. El triunfo verdadero está en caminar con Dios, porque Él es quien tiene la última palabra.

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🙏Oracion Final

Señor, cuando veo que la injusticia parece ganar, ayúdame a no perder la fe. Recuérdame que Tú ves lo que nadie ve, que escuchas mi clamor y que eres mi defensor. Dame paz para esperar tu justicia y fuerza para seguir confiando en Ti, porque sé que nunca me abandonarás. Amén.
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