UN DIA A LA VEZ
365 Momentos con Él: NOVIEMBRE
NOVIEMBRE
18 de noviembre – 365 momentos con El
La batalla no es tuya: así se gana cuando Dios toma el control
Reflexión:
Todos enfrentamos momentos donde sentimos que la vida nos supera: problemas que vienen juntos, puertas que no se abren, situaciones que nos quitan la paz. Pero hay algo que debes recordar: no estás peleando solo. Dios conoce lo que estás viviendo, ve lo que tú no ves y ya está preparando tu victoria. Así como hizo con Josafat, Dios transforma tu miedo en fe, tu angustia en fuerza y tu batalla en testimonio. Este mensaje es para recordarte que, aunque no lo sientas, Dios está obrando a tu favor ahora mismo
18 de noviembre – 365 momentos con El.
Cuando tú no puedes, Dios pelea por ti
18 de noviembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Tu victoria ya viene en camino: no te rindas ahora
Tu victoria está en camino
Todos hemos vivido momentos en los que los problemas nos rodean. Situaciones que parecen demasiado grandes: deudas, enfermedades, conflictos familiares, incertidumbre laboral. Así se sentía Josafat en 2 Crónicas 20: enfrentado a enemigos que lo superaban por completo.
La Biblia dice:
“Atemorizado, Josafat decidió consultar al Señor y proclamó un ayuno…” (2 Crónicas 20:3-4)
Josafat tuvo miedo —igual que tu y que yo—, pero hizo algo poderoso: no corrió hacia sus fuerzas, corrió hacia Dios.
Y cada vez que hacemos eso, Dios envía ayuda.
La batalla no es tuya, es del Señor
Hay momentos donde sentimos que ya no podemos más. Pero es ahí donde debemos recordar:
Tu batalla no es tuya. Es del Señor.
Dios no te deja solo. Todo lo que enfrentas —aunque no lo entiendas— forma parte de un proceso donde Él te llevará a victoria.
Cuando entregás tu batalla a Dios, dejás de pelear desde el cansancio, y empezás a pelear desde la confianza.
La posición de victoria:
ORAR
Cuando Josafat no supo qué hacer, oró.
Cuando tuvo miedo, oró.
Cuando lo rodearon enemigos, oró.
La oración es la fuerza de un cristiano.
Dios mueve montañas, pero la oración mueve a Dios.
Muchos tratan de resolver todo solos. Pero la vida real nos enseña que nuestras fuerzas tienen un límite. Cuando dejamos que Dios intervenga, lo imposible se vuelve posible.
No existe enfermedad, situación o enemigo que pueda resistir a Dios. Lo que hoy te angustia, mañana será testimonio.
Pon tu esperanza en Dios
Josafat fue honesto con Dios:
- Reconoció que no podía.
- Reconoció que no sabía qué hacer.
- Pero mantuvo sus ojos puestos en Dios.
La fe que reconoce:
“Señor, yo no puedo… pero vos sí podés.”
Mientras más rápido dependas de Dios, más rápido llegará tu victoria.
Dios pelea por vos
Cuando Judá estaba esperando, Dios habló:
“No tengan miedo. Esta batalla no es de ustedes, sino mía… Quédense quietos y verán mi salvación.” (2 Crónicas 20:15-17)
En palabras de hoy, Dios les dijo:
“Yo me encargo. No se desesperen. No retrocedan. Yo voy adelante.”
Y cuando el pueblo empezó a alabar —aún sin ver nada— Dios confundió a sus enemigos.
Mientras ellos cantaban, Dios trabajaba.
Tu fe abre caminos
Josafat les dijo al pueblo:
“Confíen en el Señor y serán librados.” (v.20)
A veces no ves señales.
A veces todo parece igual.
Pero Dios está moviéndose a tu favor detrás de escena.
Creer es avanzar incluso cuando tus ojos no ven nada.
La recompensa será grande:
Cuando Dios les dio la victoria, la Biblia dice:
“Tres días estuvieron recogiendo el botín…” (v.25)
La bendición fue tan grande que no alcanzaba un día para disfrutarla.
Así será con vos.
Lo que ahora parece lucha, mañana será abundancia.
Lo que hoy duele, mañana será testimonio.
“Tres días estuvieron recogiendo el botín…” (v.25)
La bendición fue tan grande que no alcanzaba un día para disfrutarla.
Así será con vos.
Lo que ahora parece lucha, mañana será abundancia.
Lo que hoy duele, mañana será testimonio.
- Tu victoria no se va a atrasar: ya está en camino.
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🙏Oracion Final
Señor, hoy pongo mis batallas en tus manos. Reconozco que sin ti no puedo, pero contigo todo es posible. Dame paz mientras espero, fortaleza mientras camino y fe para seguir creyendo aunque no vea respuestas aún. Declaro que tú peleas por mí, que tu victoria se acerca y que nada podrá detener tus planes sobre mi vida. Amén.¿Te gustó este artículo? ¡Déjanos tu opinión y compártelo con tus amigos!
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