mayo dia 19

UN DIA A LA VEZ

365 Momentos con Él: MAYO

MAYO

19 de Mayo – 365 momentos con El

Mi Vida Depende de Ti

Hay silencios que duelen más que mil palabras.
Hay ausencias que pesan más que cualquier carga.

Y entre todas, hay una que el alma no puede soportar: la ausencia de Dios.
No importa cuánto tengas, cuánto logres o cuántos te rodeen...
Si Su presencia no está, todo se vuelve vacío, todo pierde propósito.
Este mensaje nace de una verdad profunda:

Sin Él, no sé vivir.

No es una frase bonita, es una realidad que arde en el corazón de quienes alguna vez se alejaron… y descubrieron que nada se compara con estar cerca de Su Espíritu.
Hoy, quiero recordarte (y recordarme) por qué estar lejos de Dios es el mayor peligro, y volver a Él, la mayor necesidad.

MAYO DIA 19

19 de Mayo – 365 momentos con El.

Solo Contigo Tiene Sentido Vivir

19 de Mayo – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él

No Puedo Vivir Sin Tu Presencia

Hay momentos en los que leo el Salmo 51 y siento, como si ardiera en mi interior, la desesperada súplica de David:

"Quítame todo, pero no apartes de mí tu Santo Espíritu."

Porque sin Dios, la vida simplemente no tiene sentido.
Cuando el Espíritu Santo se va, no queda nada de Dios en nosotros.

Hebreos 12:2 :
“Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.”
¿Dónde está puesta tu atención hoy?
Vivimos tan ocupados, tan distraídos, que olvidamos lo más esencial: nuestra amistad con Dios. Una relación tan íntima, que baste una sola mirada suya para que todo cambie.

Salmo 25:14-15 :
“Ser amigo tuyo, oh Dios, es el privilegio de quienes te honran. Sólo con ellos compartes los secretos de tu pacto. Continuamente buscan mis ojos el socorro que sólo tú, Señor, me ofreces, pues sólo tú puedes salvarme de las trampas de mis enemigos.”

Alejarse de Dios es peligroso
A Dios lo necesitamos cerca, no lejos.
Los discípulos prometieron seguir a Jesús hasta el final… pero cuando llegó la hora de la cruz, muchos comenzaron a seguirle de lejos.
¿Cuántas veces hacemos lo mismo?
Nos convencemos de que todo lo que tenemos es fruto de nuestro esfuerzo, y comenzamos a vivir desconectados:
Oramos por rutina, leemos la Biblia por obligación, nos alimentamos de recuerdos espirituales pasados o de experiencias ajenas.

Deuteronomio 8:10-18 (extracto):
“Cuando hayas comido y estés satisfecho... no te olvides del Señor tu Dios. No digas: ‘Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos.’ Recuerda al Señor tu Dios, porque es Él quien te da el poder para producir esa riqueza.”
Es fácil alejarse de Dios —no requiere esfuerzo.

Lo difícil es permanecer, amar su presencia, buscarla constantemente.
Pero ahí es donde el Espíritu Santo actúa, fortaleciendo nuestra debilidad.

Cuando tengas todo... no olvides a quien te lo dio
Cuando estés satisfecho, recuerda a tu Dios.
Cuando crezcas más de lo que imaginaste, permanece cerca del Dios que multiplica.
Cuando la abundancia toque a tu puerta, no te enorgullezcas ni te olvides de quién te rescató.

Él te sacó de la esclavitud.
Te sanó cuando estabas herido.
Te halló cuando estabas perdido.
Yo no puedo vivir lejos de Dios.
No puedo tomar decisiones sin consultarlo, porque sin Él, estoy perdida.

Isaías 6:5:
“¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros... ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!”
¿Dónde estarías si Dios no te hubiera encontrado?
Tal vez atrapado en una relación rota, perdido en el pecado, viviendo sin propósito.

Isaías 53:6:
“Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.”

¿Cómo saber si te estás alejando de Dios?Cuando ignoras Su voz en tu conciencia.
Cuando te apartas de Su voluntad.
Cuando te retraes de todo lo espiritual.
Cuando sufres por dentro y por fuera, aunque lo tengas todo.

Deuteronomio 9:16:
“¡Bien pronto se habían apartado del camino que el Señor les había trazado!”
Ezequiel 18:24:
“Si el justo se aparta... morirá por causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se recordará ninguna de sus obras justas.”

Salmo 70:4:
“Que todos los que te buscan se alegren en ti y se regocijen...”

Salmo 21:6:
“Lo llenaste de alegría con tu presencia.”
Cuidado con quedarte dormido espiritualmentePiénsalo como una embarcación alejándose del muelle con el capitán dormido. El rumbo se pierde, y el naufragio es inevitable. Así ocurre cuando descuidamos nuestra relación con Dios.

🙏 Hebreos 2:3

“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?”
Sí, la salvación comienza con una confesión, pero se cultiva cada día.
Ser salvo no es un evento, es una vida.
Sin Dios, todo se desmorona
Él es la fuente de tu paz, tu propósito y tu alegría verdadera.
No dejes que la rutina, el orgullo o la comodidad te separen del amor que un día te salvó.
Vuelve.
Hoy.

"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."

PASO 1

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PASO 2

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PASO 3

"Envía tu petición de oración y permítenos acompañarte en este camino. Estamos aquí para orar contigo y por ti."

BAJA

🙏Oracion Final

Señor, reconozco que sin Ti no soy nada.
Perdóname por cada vez que me he alejado, por cada momento en que mi corazón se ha distraído con lo pasajero y he dejado de valorar tu presencia.
No quiero vivir de recuerdos espirituales ni de oraciones vacías.
Aviva en mí el fuego de tu Espíritu.
Hazme sensible a tu voz y dependiente de tu guía.
Quítame todo, pero no apartes de mí tu Santo Espíritu.
Haz que mi amistad contigo sea lo más valioso que tengo, que cada decisión, cada paso, cada sueño, gire en torno a Ti.
Hoy me rindo. Vuelvo a Ti.
Haz de mi corazón tu morada, y no permitas que jamás me conforme con estar lejos.
En el nombre de Jesús,
Amén.

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