UN DIA A LA VEZ
365 Momentos con Él: MAYO
MAYO
18 de Mayo – 365 momentos con El
"Cinco Pasos para Caminar en la Voluntad de Dios"
Vivimos en un mundo que constantemente nos empuja a hacer nuestra propia voluntad, a seguir nuestros deseos y a poner nuestras decisiones por encima de todo.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es el verdadero camino hacia una vida plena y significativa?
La Biblia nos revela una verdad poderosa: solo aquellos que hacen la voluntad de Dios permanecen para siempre (1 Juan 2:17).
No se trata solo de creer en Dios, sino de conocerlo, obedecerlo y vivir de acuerdo con Su propósito. Hacer la voluntad de Dios no es una carga, es el camino seguro hacia la paz, el propósito y la eternidad. Hoy descubriremos juntos cómo rendir nuestra vida a Su voluntad y por qué esa es la decisión más sabia que podemos tomar.
MAYO DIA 18
18 de Mayo – 365 momentos con El.
"Vivir para Siempre: El Poder de Hacer la Voluntad de Dios"
18 de Mayo – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
"No Mi Voluntad, Sino la Tuya: La Clave del Verdadero Éxito Espiritual"
1 Juan 2:15-17“No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo.
Y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.”
Vivimos en una sociedad que impulsa la autosuficiencia, la independencia de Dios y la exaltación de nuestra propia voluntad. Pensamos que podemos hacerlo todo a nuestra manera... pero lejos de Dios, todo pierde sentido. La verdad es clara:
el que hace su propia voluntad termina extraviado; el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Entonces, ¿cómo podemos vivir en la voluntad de Dios?
1. Conoce a Dios
Juan 7:28-29
“El que me envió es veraz, y ustedes no lo conocen; pero yo sí lo conozco porque provengo de él, y él me envió a ustedes.”
Jesús tuvo un ministerio exitoso porque conocía a Aquel que lo había enviado. Su seguridad venía de una relación profunda con el Padre. Muchos fracasan espiritualmente porque tienen una imagen distorsionada de Dios.
Lo cuestionan: “¿Si Dios es bueno, por qué hay guerras o pobreza?”.
Pero el problema no es Dios, sino no conocerlo.
Romanos 8:32
“El que no escatimó ni a su propio Hijo... ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”
Conocer a Dios no es solo leer sobre Él, es vivir en sintonía con su carácter y propósito. Quien verdaderamente lo conoce, entiende lo que Él quiere para su vida.
2.- Rinde tu voluntad
Mateo 26:42
“Padre mío, si no es posible que pase esta copa... entonces hágase tu voluntad.”
Jesús no solo conocía a Dios, también rendía su voluntad completamente. No fue fácil. Negarse a uno mismo duele, pero es ahí donde nace la obediencia verdadera. Si quieres caminar en la voluntad de Dios, deja de lado tus planes y busca que Él apruebe tus decisiones.
3.- Obedece sin condiciones
Lucas 5:4-5
“Maestro, toda la noche hemos estado trabajando... pero en tu palabra echaré la red.”
Pedro era un experto pescador, pero su experiencia no valía más que una palabra de Jesús. A veces, obedecer va en contra de la lógica humana, pero la lógica no es fe. La fe obedece incluso cuando no entiende.
Deja de ponerle lógica a lo espiritual. Dios no siempre se moverá como esperas. No preguntes, obedece. Los mejores resultados llegan cuando dejas que Él guíe tus pasos.
4.-Renueva tu mente
Romanos 12:2
“Dejen que Dios los transforme al cambiarles la manera de pensar... así aprenderán a conocer su voluntad.”
Tu mente es el campo de batalla. Si no cambias tu manera de pensar, seguirás tomando decisiones conforme al mundo. Renovar el entendimiento es reinstalar un nuevo sistema operativo espiritual.
Evita las quejas, el negativismo y el miedo. Habla lo que crees, no lo que ves. Llénate de la Palabra y deja que ella transforme tus pensamientos.
5.- Ten paciencia
Hebreos 10:36
“Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios...”
La impaciencia nos hace cometer errores. Abraham, presionado por el tiempo, tuvo un hijo con Agar: Ismael. Esa decisión fuera del plan perfecto de Dios generó conflicto que dura hasta hoy.
Las decisiones fuera del tiempo de Dios tienen consecuencias. La voluntad de Dios no se fuerza ni se adelanta: se espera.
🙏 Oración
“Señor, quiero hacer tu voluntad. Gracias por tu Palabra que transforma y renueva mi vida. Reconozco que muchas veces actué según mi voluntad y no según la tuya. No quiero ser solo un oidor, sino un hacedor. Quita todo velo que me impida obedecerte. Enséñame a rendirme a ti, a confiar, a esperar con paciencia y a caminar por fe. Porque cuando hago tu voluntad, sé que todo saldrá bien.”
"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."
PASO 1
Desliza hasta el final
PASO 2
haz clic en el enlace de 'Petición de Oración
PASO 3
"Envía tu petición de oración y permítenos acompañarte en este camino. Estamos aquí para orar contigo y por ti."
🙏Oracion Final
Señor Dios Todopoderoso,te damos gracias porque hoy nos has hablado de Tu voluntad perfecta. Reconocemos que, muchas veces, hemos seguido nuestros propios caminos y no los que Tú trazaste para nosotros. Perdónanos por la autosuficiencia y la impaciencia que nos apartan de Tu propósito.
Te pedimos que renueves nuestra mente, que transformes nuestros pensamientos y deseos para que anhelemos únicamente lo que a Ti te agrada. Danos la humildad de rendirnos cada día, de decir como Jesús en Getsemaní: “No se haga mi voluntad, sino la Tuya”.
Señor, ayúdanos a obedecerte sin cuestionar, a confiar en Tu dirección aunque no entendamos el camino. Fortalece nuestra fe para perseverar con paciencia y no adelantarnos a Tu tiempo perfecto.
Te entregamos nuestras decisiones, nuestras metas y nuestros sueños; guíanos en cada paso. Que tu Espíritu Santo nos recuerde siempre que la verdadera libertad y plenitud están en hacer tu voluntad.
En el nombre de Jesús, Amén.
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