30 de Marzo – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Dios No Se Rinde Contigo: Su Amor Es Inquebrantable
El amor de Dios es inquebrantable. No importa cuántas veces sientas ganas de rendirte, de desaparecer o de renunciar a los planes que Él tiene para ti, Su amor sigue firme.A menudo, somos nosotros quienes queremos abandonar, creyendo que ya no hay esperanza, que la vida es demasiado difícil o que Dios nos ha olvidado. Pero eso no es verdad."Dios los eligió a ustedes para que compartan todo con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, y Él siempre cumple su palabra" (1 Corintios 1:9, TLA).Dios te eligió. Entre millones, Él puso Su mirada en ti. Y eso significa que ya has ganado:el premio es la vida y Su amistad eterna.Piensa en todo lo que has pasado…- Esa enfermedad que pudo quitarte la vida, pero Él te sostuvo.
- Ese accidente que parecía el final, pero sigues aquí.
- Esas veces que pensaste: "No puedo más", pero Su gracia te levantó.
Dios no renunciará a ti, sin importar cuántas veces tropieces.Jesús tampoco renuncióCuando Jesús estaba a punto de ser arrestado, sabía lo que se avecinaba: el dolor, la traición, la cruz. En Su humanidad, pudo haber dicho: "Ya no puedo más, prefiero rendirme". Pero en lugar de eso, miró al Padre y dijo:"Que no se haga mi voluntad, sino la tuya".Jesús fue humillado, golpeado y crucificado, no solo con clavos, sino con las palabras de odio de quienes lo rechazaban. Pero Él no bajó de la cruz… Se quedó allí por amor a ti. Porque jamás renunciaría a tu vida.Su fidelidad te sostendráAunque las personas te fallen, aunque la vida te sacuda, Dios permanece fiel."Tu amor inagotable, oh SEÑOR, es tan inmenso… tu fidelidad sobrepasa las nubes" (Salmos 36:5, NTV).Su amor no tiene fecha de vencimiento. No se agota ni se cansa de ti. Él no renunciará, aunque tú lo hayas hecho en algún momento. Su gracia sigue esperándote con los brazos abiertos.No renuncies, el propósito es mayorQuizá hoy te preguntas: “¿Terminaré la tarea que Dios me ha encomendado en este mundo?” Y la respuesta es sí. Porque los propósitos de Dios siempre vienen con promesas y recompensas."Pues el Señor ama la justicia y nunca abandonará a los justos. Los mantendrá a salvo para siempre" (Salmos 37:28, NTV).