28 de Marzo – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Dios es tu refugio en medio de la tormenta
En nuestra travesía por la vida, todos enfrentamos tormentas. Algunas son pequeñas y pasajeras, mientras que otras nos sacuden hasta la raíz, haciéndonos sentir perdidos y sin rumbo. Sin embargo, incluso en medio de las pruebas más difíciles, Dios nos sostiene y nos guía.La historia de Pablo en Hechos 27:13-26 nos enseña una gran lección sobre la fe en tiempos de crisis. Durante su viaje a Roma, una tormenta feroz lo atrapó a él y a toda la tripulación. El viento era tan fuerte que no podían controlar el barco, así que se dejaron llevar a la deriva. Después de días de lucha, sin sol ni estrellas para orientarse, la desesperanza se apoderó de ellos. Pero en medio de la tormenta, Dios envió un ángel a Pablo con un mensaje claro:"No tengas miedo, Pablo. Debes comparecer ante el emperador, y Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo. Así que ¡ánimo! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo" (Hechos 27:23-25).Pablo, un hombre comprometido con Dios y con un propósito claro, tuvo que atravesar una tormenta. Esto nos recuerda que las tormentas no son señal de que estamos fuera de la voluntad de Dios; muchas veces, son parte del camino que Él ha trazado para nosotros.Cuando todo parezca derrumbarse, cuando las olas sean más grandes que nuestras fuerzas, recordemos que Dios es más grande que cualquier tormenta.Él permite estas pruebas no para destruirnos, sino para fortalecernos.Los grandes capitanes no se forman en la orilla, sino en medio de la tempestad.- Cómo enfrentar las tormentas de la vida ? Aférrate a Dios
En el naufragio de Pablo, la Biblia dice que algunos llegaron a la orilla aferrándose a los maderos del barco. Esos maderos representan la cruz, representan a Jesús. En los momentos más difíciles, nuestra única opción segura es aferrarnos a Él."Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia" (Salmo 46:1).Las tormentas nos pueden hacer sentir débiles, pero es en nuestra debilidad donde experimentamos la fortaleza de Dios. Recuerda: el Dios que está dentro de ti es más poderoso que la tormenta fuera de ti.- Mantén encendido el fuego
Cuando Pablo y los demás náufragos llegaron a la isla de Malta, hacía frío y llovía. Lo primero que hicieron fue encender una fogata.🔥 Cuando oras, enciendes el fuego.🔥 Cuando alabas, enciendes el fuego.🔥 Cuando lees la Palabra, enciendes el fuego.El enemigo quiere apagar ese fuego en tu corazón con distracciones, preocupaciones y desaliento. Pero aunque la lluvia sea intensa, sigue recogiendo leños. Sigue orando, sigue adorando, sigue confiando.- Prepárate para la serpiente
Justo después de la tormenta, cuando Pablo echaba leña al fuego, una serpiente venenosa lo mordió. La gente pensó que moriría, pero él simplemente sacudió la serpiente al fuego y no sufrió ningún daño.Las tormentas nos preparan para enfrentamientos mayores. Muchas veces, antes de ver la bendición, enfrentamos ataques aún más fuertes. Pero no temas, porque el fuego de Dios siempre es más poderoso que cualquier serpiente que quiera dañarte.