UN DIA A LA VEZ

365 Momentos con Él: JUNIO

JUNIO

24 de Junio – 365 momentos con El


"Cuando Nadie Te Defiende... Dios Se Levanta por Ti"


¿Alguna vez te has sentido solo en medio de una batalla? ¿Has sentido que nadie te defiende, que te atacan injustamente y que no hay una voz que se levante a tu favor?

Desde niños, instintivamente buscamos protección. Corríamos a mamá o a papá porque sabíamos que ellos eran más grandes, más fuertes... más seguros. Pero no todos crecimos con esa defensa. Muchos aprendimos a sobrevivir solos, a pelear nuestras propias batallas con miedo, con rabia o simplemente en silencio. Y esa sensación de indefensión nos marcó profundamente.

Hoy, como adultos, seguimos buscando quien nos defienda: en el trabajo, en la familia, en la vida. Pero hay momentos en los que nadie se levanta por nosotros. En esos momentos, cuando el corazón tiembla y la soledad aprieta, hay una verdad que necesitamos recordar:
Dios es nuestro defensor.
Él no llega tarde, no se distrae, no se olvida. Él pelea por ti cuando tú ya no puedes. Y cuando tú eliges confiar en Él, su poder se activa a tu favor.
Hoy quiero recordarte algo:
no estás solo, ni lo estarás jamás. El Dios que hizo los cielos está de tu lado.

JUNIO DIA 24

24 de Junio – 365 momentos con El.

"Bajo Su Amparo: Protegidos por el Dios que Nunca Duerme"

24 de Junio – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él



"Bajo Su Amparo: Protegidos por el Dios que Nunca Duerme"


Desde pequeños, cuando algo nos asustaba, corríamos a refugiarnos en las faldas de mamá o en los brazos fuertes de papá. Instintivamente sabíamos que, por ser pequeños, necesitábamos a alguien que nos protegiera.
Sin embargo, no todos tuvimos esa figura defensora. Tal vez papá estaba ausente o ya no estaba; quizá nos crió una abuelita frágil por la edad o por su propia historia. Esa falta de protección dejó un vacío en muchos corazones, y sembró la idea de que, si no nos defendíamos nosotros, nadie lo haría.

A medida que crecimos, cuando alguien nos atacaba con palabras o acciones, anhelábamos que alguien saliera a defendernos: un amigo, un familiar, un compañero. Qué reconfortante es cuando alguien se pone de nuestro lado y nos protege. Todos, en algún momento, necesitamos sentir que no estamos solos frente a la injusticia.

Pero a veces no hubo defensa. Cuando no tuvimos un padre presente, ni hermanos mayores, o una madre con suficiente carácter, muchas veces nos quedamos heridos, insultados, humillados.
Eso nos dejó expuestos y con una sensación profunda de desamparo. Incluso con padres vivos, hay quienes crecieron con "padres fantasmas", presentes físicamente, pero emocionalmente ausentes. Contarles nuestros miedos solo resultaba en más regaños o castigos.

Como decía en tono de broma la famosa serie El Chapulín Colorado: “¿Y ahora, quién podrá defendernos?”. A veces miramos alrededor... y no hay nadie. Es entonces cuando debemos alzar la mirada al cielo.

Salmo 121
“Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda?
Mi ayuda viene de Dios, creador del cielo y de la tierra.
Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme...
Dios te cuidará ahora y siempre, por dondequiera que vayas.”

Vivimos en un mundo lleno de violencia e incertidumbre. Algunos buscan defenderse con artes marciales, otros con amuletos, armas o dinero. Pero al final, nada de eso basta. Nuestra única defensa real y eterna viene de Dios.

Dios es nuestro defensor. Sin embargo, muchas veces tratamos de tomar su lugar: respondemos atacando, justificándonos, buscando testigos y pruebas. Pero Dios ya lo vio todo. Él no se distrae, no se le escapa nada. Y cuando ponemos nuestra esperanza en que otros nos defiendan, Él se hace a un lado. No porque no quiera, sino porque respeta nuestra decisión. Dios es un caballero: espera ser invocado.

Por eso, como el salmista, debemos clamar:

Salmo 35:1-3
“Dios mío, ataca a los que me atacan, combate a los que me combaten.
Prepárate para la lucha y ven en mi ayuda.
¡Preséntales batalla a los que me persiguen! ¡Prométeme que me salvarás!”

Salmo 20:6-8
“Ahora estoy bien seguro de que Dios le dará la victoria al rey que él ha elegido...
Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos,
pero nosotros solo confiamos en nuestro Dios.
Esa gente tropezará y caerá,
pero nosotros nos levantaremos y seguiremos de pie.”

¿De qué nos defiende Dios?

1. Del Enemigo Espiritual:
El enemigo anda como león rugiente, buscando a quién devorar. No dice que es un león, porque el único León verdadero es el León de Judá. El enemigo debería temernos a nosotros, no al revés. No por nuestra fuerza, sino porque el Poderoso de Israel pelea por nosotros. Una de las formas más poderosas de dejar que Dios pelee nuestras batallas es a través de la alabanza (2 Crónicas 20:15-25).

2. De Nosotros Mismos:
A veces, nuestras emociones y decisiones nos autodestruyen. Somos nuestros peores enemigos. Pero incluso ahí, Dios nos defiende. Él nos libra de nuestras propias tentaciones, errores y caminos destructivos.

3. De los Demás:
Hay personas que Dios aparta de nuestro camino porque son una piedra de tropiezo. “Amistades” que manipulan, dan malos consejos, nos usan, nos hieren. Dios también actúa quitando a esas personas de nuestro entorno, aunque en el momento no lo entendamos.
Muchas veces nos sentimos atropellados, especialmente cuando creemos estar actuando con justicia. El enemigo sabe usar incluso a personas cercanas —familiares, amigos— para hacernos dudar del amor de Dios. Pero si mantenemos los pies en la tierra y el corazón en el cielo, obedeciendo su voluntad, no debemos temer.

No dejes que las palabras hirientes, los juicios injustos o la traición manchen tu corazón con amargura. No te rebajes a la estrategia del enemigo.
Si temes a Dios y obedeces su Palabra, puedes estar seguro: ni en la calma ni en la tormenta, Dios te dejará solo. Y nunca permitirá que caigas en vergüenza.


🙏¡Dios te defiende!

Salmo 34:7
“Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen.”
¡Dios te defiende!

Pobre del que se mete contigo, porque Dios pelea por ti. No hay arma forjada que prospere contra los hijos del Altísimo. Nada ni nadie puede llevar a cabo sus malas intenciones contra ti si estás bajo el cuidado del Todopoderoso.

  • Dios está contigo. Y eso es más que suficiente.
"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."
PASO 1
Desliza hasta el final
PASO 2
haz clic en el enlace de 'Petición de Oración
PASO 3
"Envía tu petición de oración y permítenos acompañarte en este camino. Estamos aquí para orar contigo y por ti."

🙏Oracion Final

Señor, hoy reconozco que muchas veces he querido defenderme por mis propias fuerzas, he buscado ayuda en lugares equivocados y he olvidado que Tú eres mi defensor fiel. Perdóname por los momentos en los que dudé de tu presencia y protección. Hoy me rindo a Ti y dejo mis batallas en tus manos. Tú ves lo que otros no ven, escuchas lo que otros ignoran, y peleas por mí aun cuando yo no tengo fuerzas para levantarme.
Declaro que mi ayuda viene de Ti, el creador del cielo y de la tierra, y que bajo tu sombra estoy seguro. Defiéndeme, Señor, del enemigo, de mis propios errores y de las personas que buscan dañarme. Límpiame de la amargura, fortaléceme en la adversidad, y ayúdame a vivir con el corazón firme, sabiendo que Tú jamás me dejarás solo.
Gracias, Padre, porque si Tú estás conmigo, nada ni nadie podrá contra mí. En el nombre de Jesús, amén.
¿Te gustó este artículo? ¡Déjanos tu opinión y compártelo con tus amigos!
¡Únete a nuestra comunidad y mantente al día con las últimas novedades!
¡Únete a nuestra comunidad y mantente al día con las últimas novedades!

UN DIA A LA VEZ


momentos.365@gmail.com

Tilda Publishing
Hello world!
WhatsApp
Made on
Tilda