UN DIA A LA VEZ

365 Momentos con Él: JUNIO

JUNIO

03 de Junio – 365 momentos con El


Cómo Responder a la Crisis: El Secreto de David para Fortalecerse en Dios


En la vida, todos enfrentamos momentos de adversidad. No importa quién seas, cuánto tiempo lleves en la fe, o cuántas victorias hayas tenido, tarde o temprano te encontrarás en una batalla que pondrá a prueba tu fe, tu carácter y tu propósito. Algunos lloran, otros se rinden, pero los que caminan con Dios encuentran en la adversidad la oportunidad para crecer, para fortalecerse, y para avanzar hacia su destino.
Hoy quiero hablarte de cómo enfrentar la adversidad con la actitud correcta, cómo encontrar fuerzas en Dios cuando todo parece perdido, y cómo Dios puede usar incluso tus peores días como plataforma para tu promoción.

Este mensaje es para aquellos que se han sentido cansados, derrotados, o que han pensado en rendirse. Hoy es el día para levantarte, para recuperar lo que perdiste, y para seguir caminando con Dios… incluso en medio de la adversidad.

JUNIO DIA 03

03 de Junio – 365 momentos con El.

No es el Problema, es tu Actitud: Claves para Superar la Adversidad

03 de Junio – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él


Mientras Más Grande tu Destino, Mayor tu Adversidad


Camina con Dios en medio de la adversidad
Muchas personas caminan por este mundo buscando riquezas, poder o fama, pero lo que realmente necesitan es un propósito que le dé sentido a su vida.

Recuerda: la verdadera pobreza no es la falta de dinero, sino la falta de propósito.
Sin un propósito, la vida no es más que envejecer sin sentido.
Una persona sin dirección no sabe dónde está, ni a dónde ir. Pero quien comprende que no está en esta tierra por casualidad, sino con un destino diseñado por Dios, es quien puede alcanzar su máximo potencial.

Tener un destino no garantiza que lo alcances; necesitamos esforzarnos, ser obedientes, caminar en fe y santidad.

Es imposible cumplir el propósito de Dios viviendo en pecado.
La santidad no significa ser aburrido ni fanático;
significa vivir en obediencia a Dios.
Muchos prefieren seguir la corriente del mundo, que no lleva a ningún lado. Otros hemos decidido seguir a Dios y cumplir con el propósito que Él nos dio.
Mira el ejemplo de David en :
1 Samuel 30:1-6:
David regresó a Siclag para encontrar que su ciudad había sido destruida y su familia secuestrada. Imagínate: llegar a casa y encontrar una crisis total, un "incendio familiar".

¿Qué hizo David?
David lloró hasta quedarse sin fuerzas... pero halló fortaleza en el Señor su Dios.
Cuando todo parece perdido, cuando humanamente no hay salida, cuando sientes que te llueve sobre mojado, aprende de David:
en medio del dolor, fortaleció su espíritu en Dios.
Mientras más grande es tu destino, más grande será la adversidad que enfrentes.

David no vio a Goliat como un problema, sino como una oportunidad para ser promovido por Dios. La adversidad que el enemigo quiso usar para destruir a David, Dios la transformó en la plataforma para su victoria.

El problema no es la adversidad, sino nuestra actitud frente a ella.

Cuando respondemos correctamente, la adversidad no nos aplasta, sino que nos impulsa a un nuevo nivel.

Dios muchas veces usa la adversidad para:

  • Ampliar nuestra visión
  • Enseñarnos a confiar más en Él
  • Fortalecer nuestra fe
  • Formar nuestro carácter
  • Sacar lo mejor de nosotros

Recuerda:
la adversidad puede ser el trampolín que te impulse a tu destino.
David lloró hasta que no tuvo fuerzas, pero abrió su corazón delante de Dios. No fingió estar bien, no ocultó su dolor.
Tú también puedes llorar.
Mira ejemplos en la Biblia:
  • Abraham lloró al perder a su esposa.
  • Ezequías lloró amargamente cuando le dijeron que iba a morir.
  • Pedro lloró amargamente después de negar a Jesús.
  • Pablo lloró en la cárcel.
  • ¡Hasta Jesús lloró! Y hoy, Él llora contigo.
Sí, puedes llorar durante la noche, pero la mañana traerá alegría (Salmo 30:5).
No aceptes pensamientos de derrota:

  • "Siempre estaré enfermo"
  • "Nunca prosperaré"
  • "Siempre estaré solo"
Aunque el enemigo te golpee por fuera, tú puedes levantarte por dentro.
Decídete hoy: no retrocederé.

Cuando te mantienes firme en tu fe, Dios obra sobrenaturalmente. Si decides levantarte, ninguna adversidad podrá mantenerte caído.

Recuerda: las circunstancias cambian cuando tú decides mantenerte firme.
Hay días en los que oramos, creemos, nos esforzamos, y nada parece cambiar… pero en esos momentos, debemos determinar mantenernos firmes.
Tienes que demostrarle al enemigo que:

  • Estás más determinado que él.
  • Aunque te golpee, no lograrás retroceder.
  • Aunque te haga caer, te levantarás y seguirás caminando con Dios en medio de la adversidad.
Al final, David venció a sus enemigos y recuperó TODO lo que había perdido (1 Samuel 30:17-19).

🙏 Cuando caminas de la mano del Espíritu

Santo, lo recuperarás TODO:

  • Recuperarás tu salud.
  • Recuperarás tu familia.
  • Recuperarás tus sueños.
  • Recuperarás tus años.
  • Recuperarás TODO.
"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."
PASO 1
Desliza hasta el final
PASO 2
haz clic en el enlace de 'Petición de Oración
PASO 3
"Envía tu petición de oración y permítenos acompañarte en este camino. Estamos aquí para orar contigo y por ti."

🙏Oracion Final

Señor, hoy venimos delante de Ti, reconociendo que solos no podemos, pero contigo somos más que vencedores. En medio de la adversidad, en medio del dolor, decidimos fortalecernos en Ti. Ayúdanos a levantar nuestra fe, a no retroceder, a mantenernos firmes aunque todo a nuestro alrededor se sacuda.
Danos la fuerza para resistir, la fe para avanzar y la visión para ver que lo que hoy parece una pérdida, Tú lo transformarás en victoria. Declaramos que recuperaremos TODO: nuestra salud, nuestra familia, nuestras finanzas, nuestros sueños.
Gracias, Señor, porque Tú eres fiel, y aunque lloramos de noche, sabemos que en la mañana vendrá la alegría. En el nombre poderoso de Jesús, ¡Amén!
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