DICIEMBRE

04 de diciembre – 365 momentos con El


Dios quiere sanarte hoy: descubre la receta que cambia tu cuerpo y tu alma


Reflexión:

Hay momentos en los que el cuerpo se cansa, el alma se agota y el corazón siente que ya no puede más. Te lo entiendo… porque todos hemos pasado por ahí. Pero lo que muchos no saben es que Dios jamás nos deja enfrentar ese dolor sin una salida. Él dejó una receta clara, real y práctica para levantarnos, sanar y volver a respirar esperanza. No importa el diagnóstico, el miedo o las noches sin dormir. Hoy Dios te dice: “Yo deseo que tengas salud”. Este mensaje es para recordarte que no estás solo, que sí hay una solución y que tu sanidad comienza… cuando decides creerle a Él.
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La oración que abre puertas, rompe cielos y trae sanidad real

04 de diciembre – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él



Cuando el dolor habla fuerte, deja que Dios hable más fuerte




¡Eres sano!
La voluntad de Dios para tu vida no es la enfermedad, ni el desgaste, ni el sufrimiento constante.
La Biblia lo deja clarísimo:
3 Juan 1:2“Amado, deseo que tengas salud y que todo te vaya bien, así como prospera tu alma.”
Dios quiere que estés bien por dentro y por fuera. Quiere que vivas con fuerza, alegría y plenitud. Y como cualquier médico, Él también nos da instrucciones para recuperar y mantener nuestra salud.

1. Cree en Su receta
Cuando un doctor te da una receta, tú la sigues. No discutes, no dudas, no dices: “A ver si funciona”. Simplemente la tomas.
Con Dios es igual.
Proverbios 4:20-22 nos dice que Su Palabra es medicina para todo nuestro cuerpo.
Si la Palabra es medicina, ¿cada cuánto deberíamos tomarla?
Cada día.
El problema es que a veces nuestros síntomas gritan más fuerte que las promesas.
El dolor, el diagnóstico, la preocupación… parecen voces gigantes.
Pero Dios te invita a enfocar tus ojos en Su Palabra y no en tus sentidos.
Si el médico te dice “vas a mejorar”, tú le crees.
¿Cuánto más deberías creerle a Dios?

2. Ora con fe: una oración que rompe cielos
Jesús lo prometió:
Juan 16:23-24 — “Pidan en mi nombre, y recibirán.”
No es una oración fría, repetida o automática.
Es una oración desde el corazón.
Es esa oración que nace cuando ya no tienes fuerzas, pero decides creer.
Como Ana, que oró con lágrimas, con sinceridad, con desesperación… y Dios le respondió.
De la misma manera, si hay un vicio que te tiene atado, un diagnóstico que te asusta, un dolor que te roba la paz… ora con fe.
Es simple:

Pide en oración.
Cree lo que pediste.
Y lo recibirás.
Lo dijo Jesús, no un motivador.

3. Ábrele tu corazón a Dios
Job pasó por lo peor que un ser humano puede vivir: pérdidas, enfermedad, soledad, dolor emocional y físico.
Y aun así, él dijo:
Job 23:10 — “Si Dios me prueba, saldré como oro.”
Job no escondió su dolor. No fingió estar bien. No se hizo el fuerte.
Le contó a Dios cómo se sentía realmente.
Haz lo mismo.
Dile a Dios:
“Señor, esto me duele. Me cuesta. No entiendo. Ayúdame.”
Cuando tú hablas con Dios, la mano de Dios empieza a moverse a tu favor.
Tus circunstancias no mandan; Dios manda.

Aférrate a la esperanza


Job declaró lo que muchos no podrían decir en su dolor:
Job 13:15 — “Aunque Él me matare, en Él esperaré.”
¿Sabes qué significa eso?
Significa:
“Aunque no vea nada, aunque no sienta nada, aunque no entienda nada… yo sigo creyendo.”
A veces lo único que te queda es una promesa.
Pero una sola promesa de Dios es suficiente para sostenerte.
Job no sobrevivió porque era fuerte.
Sobrevivió porque confiaba.
Y tú también lo lograrás.
Dios no te soltó. No te ha olvidado. No te ha dejado de amar.

Él te levantará.

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🙏Oracion Final


Señor, aquí estoy con todo lo que siento: con mi dolor, mis miedos y mis dudas. Tú conoces cada parte de mí y sabes lo que necesito. Hoy te abro mi corazón y creo que tu Palabra es mi medicina. Sana mi cuerpo, fortalece mi alma y devuélveme la esperanza. Aunque no vea nada todavía, yo confío en ti. Gracias porque estás obrando, gracias porque me sostienes, y gracias porque tu voluntad para mí es vida, paz y salud. Amén.
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