25 de Agosto – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Cuando Dios convierte tu sombra en luz
Bajo la Sombra de DiosÉxodo35:30-35
Cuando Moisés habló al pueblo, les recordó que Dios había escogido a Bezalel y lo había llenado de su Espíritu. Le dio sabiduría, creatividad, destreza y la capacidad de enseñar a otros. En otras palabras, Bezalel fue capacitado para llevar al mundo natural los diseños que Moisés había recibido en lo espiritual.
Bezalel significa
“el que vive a la sombra de Dios”.
Eso explica por qué tenía tanta gracia: no era solo su talento humano, era la unción del Espíritu Santo sobre él.
¿Qué significa vivir bajo la sombra de Dios?Todos en la vida vivimos bajo alguna “sombra”.
- Algunos bajo la sombra de la escasez.
- Otros bajo la sombra de la enfermedad.
- Otros bajo la sombra de la amargura, la ira o la violencia.
Y esas sombras marcan su manera de vivir, como si caminaran siempre en oscuridad.
Pero el que vive bajo la
sombra de Dios, camina en luz, en paz, en sabiduría y en bendición. Así como Bezalel, tú también puedes ser un transmisor de los diseños de Dios para un mundo necesitado.
Escoger entre la maldición y la bendiciónLa Biblia nos recuerda que no todos quieren vivir bajo la bendición:
“Amó la maldición y esta le sobrevino; no quiso la bendición y ella se alejó de él” (Salmo 109:17).
Esto nos enseña algo sencillo: lo que amamos, eso atraemos. Si alguien ama el pecado, la injusticia, la mentira o la violencia, inevitablemente atraerá maldición. Pero si amamos la justicia, la verdad y a Dios, la bendición nos seguirá
En palabras prácticas:
- El que ama el enojo, vive peleando y cosecha rupturas en sus relaciones.
- El que ama el dinero más que a Dios, termina en ruina espiritual y, muchas veces, también económica.
- El que ama la mentira, pierde la confianza de todos.
Por el contrario, el que ama la bendición, el que busca la paz, el que honra a Dios, siempre encuentra su favor.
Ejemplos bíblicos y actuales- Job: aunque fue probado, mantuvo un corazón justo y Dios lo bendijo el doble. Así también hoy, si reconoces tus errores y cambias de camino, la bendición de Dios puede restaurar lo que perdiste.
- Simeón y Leví: fueron maldecidos por su padre Jacob debido a su violencia y falta de dominio propio. Eso mismo pasa hoy: la falta de carácter abre puertas a la ruina, las divisiones y la soledad.
- Moisés: por un momento de ira perdió la entrada a la tierra prometida. Una decisión equivocada bajo la sombra de la ira puede arrebatarnos grandes bendiciones.
En la vida diaria esto se ve cuando alguien, por un arrebato de enojo, destruye una relación, pierde un empleo o incluso termina en problemas legales.
La sombra de la ruina financiera
Zacarías 5 nos habla de la maldición sobre el robo. Y no solo se trata de robar dinero a otros, también incluye:
- Robarle a Dios en diezmos y ofrenda, aqui quiero explicar un poco mas: Ejemplo de explicación:
“Entiendo perfectamente que la situación económica está difícil y que a veces parece imposible apartar algo para Dios cuando ya no alcanza. Pero los diezmos y las ofrendas no son un ‘cobro’ que Dios nos hace, ni un impuesto religioso, sino una manera en que le decimos:
‘Señor, confío en Ti más que en mi bolsillo, más que en mi país, más que en la economía’.
Cuando diezmamos, no estamos perdiendo dinero, estamos sembrando en un terreno donde Dios promete multiplicar. La Biblia dice que Él abre las ventanas de los cielos y reprende al devorador (Malaquías 3:10-11).
Eso significa que protege lo que tienes y hace rendir lo poco como si fuera mucho.
Es como alguien que gana poco pero administra bien: el dinero parece que alcanza para todo. Eso es lo que hace Dios cuando lo honras primero: Él bendice el resto.
Dar a Dios en tiempos difíciles no es locura, es fe. Es como sembrar en sequía: quizás no lo veas de inmediato, pero llegará el tiempo de la cosecha.”
En pocas palabras:
no se trata de lo que entregamos, sino de la confianza en quién lo entregamos. Y cuando confiamos en Dios, Él siempre se encarga de suplir.
- Robar a los padres o amigos, no devolviendo lo prestado.
- Robar al Estado, evadiendo responsabilidades.
Ese tipo de acciones atrae la sombra de la ruina. Pero la Biblia enseña que si restituimos, si cambiamos nuestro camino, la maldición se rompe y la bendición vuelve.