21 de Agosto – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Cuando tu ‘pero’ se convierte en tu mayor obstáculo
La verdadera riquezaMarcos 10:17-30Imagina a alguien que lo tiene todo:
- Buen trabajo, buen sueldo.
- Carro último modelo.
- Viaja cuando quiere.
- Va al gym, se cuida, luce bien.
- Tiene éxito, amigos y la vida “resuelta”.
Ese era el “joven rico” de la Biblia.
Pero a pesar de tenerlo todo, corrió a Jesús con una pregunta clave:
- “Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”
Noten algo: él no preguntó cómo ganar más dinero, ni cómo tener más éxito. Preguntó por
la vida eterna. En el fondo sabía que algo le faltaba.
Jesús le recordó los mandamientos, y él respondió: “Todo eso lo he hecho desde joven”. En pocas palabras: “Yo ya soy bueno, cumplo con todo”.
Pero Jesús lo miró con amor y le dijo:
- “Una cosa te falta: vende lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme”.
Ahí estuvo el problema. El joven
no quería soltar su seguridad: sus bienes, su comodidad, su “éxito”. Y se fue triste.
Lo que nos enseña esta historiaHoy muchos vivimos igual:
- Pensamos que porque no matamos, no robamos y ayudamos de vez en cuando, ya estamos bien con Dios.
- Creemos que nuestras “buenas obras” compensan nuestros errores.
Pero Jesús mostró que el verdadero problema es
qué ocupa el primer lugar en tu corazón.
Para el joven era su riqueza.
Para ti puede ser:
- Tu carrera.
- Tu pareja.
- Tu celular y redes sociales.
- Tu imagen.
- Tu comodidad.
Eso que no puedes soltar es tu “ídolo”, tu seguridad falsa.
Ejemplo sencilloImagínate hacer una tortilla con 7 huevos frescos y 3 podridos. ¿Te la comerías?
Así son nuestras buenas obras mezcladas con nuestro pecado. Podemos engañar a la gente, pero nunca a Dios.
La mirada de JesúsLo más hermoso de este pasaje es que Jesús
lo miró con amor.
No lo juzgó, no lo humilló… lo amó. Y lo mismo hace contigo.
Pero Jesús también fue claro:
- “No puedes tener dos primeros lugares en tu vida. Si me sigues, debo ser el número uno”.
Aplicación práctica
Pregúntate:
- ¿Qué es lo que no puedes dejar?
- ¿Cuál es tu “pero”?
- Ejemplo: “Yo sigo a Dios, PERO no me toquen mi relación, mi dinero, mi orgullo, mi manera de vivir”.
Ese “pero” es lo que hoy Jesús quiere que sueltes.
Dinero ≠ RiquezaEl dinero puede comprar cosas, pero no lo más importante:
- Puede pagar una cama, pero no el sueño.
- Puede pagar medicinas, pero no la salud.
- Puede comprar compañía, pero no verdaderos amigos.
- Puede comprar lujos, pero no paz.
- Puede comprar placeres, pero no vida eterna.