20 de Agosto – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Promesas firmes en medio de pruebas reales
Encuentros con Dios en el fuego
Isaías 43:2 nos recuerda:
"Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te cubrirán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti."Dios nunca dijo
“si algún día pasas por el fuego”, sino
“cuando pases”. Es decir, Él da por hecho que habrá momentos difíciles: pruebas que arden, situaciones que parecen sofocarnos, problemas que nos quitan la paz. Pero junto con esa realidad viene una promesa firme:
Él estará contigo.Quizás hoy tu fuego se llama desempleo, enfermedad, deudas, soledad o conflictos familiares. Quizás el río que intenta hundirte es la ansiedad o la incertidumbre. Pero escucha: aunque el enemigo intente lanzarte dardos de fuego, aunque las armas se levanten contra ti, ninguna prosperará (Isaías 54:17).
Dilo en voz alta:
“Dios está conmigo”.
Él está en medio de tu prueba, en tu desierto, en tu valle más oscuro. No importa cuán fuerte sople la tormenta, Su presencia es suficiente para sostenerte.
David lo declaró con seguridad:
"Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?" (Salmo 27:1).
Cuando tu corazón descansa en Dios, las malas noticias no te derriban, porque sabes que lo que hoy parece derrota, mañana será testimonio de victoria. Como dice el Salmo 112:
“Su corazón está firme, confiado en Jehová; no tendrá temor de malas noticias.”La vida siempre tendrá circunstancias que escapan a nuestro control: facturas que llegan, diagnósticos inesperados, relaciones que se enfrían. Pero nuestra fe no debe moverse con las circunstancias, sino con las
promesas de Dios.
Él mismo lo afirmó:
"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10).
¿Sabes lo que significa esto? Que puedes caminar con la frente en alto, aun en medio del fuego, porque Sus promesas son seguras. La Biblia dice que todas las promesas de Dios son
Sí y Amén (2 Corintios 1:20). En otras palabras:
Dios no miente. Lo que dijo, lo cumplirá (Números 23:19).