12 de Agosto – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
“Cómo cambiar tu historia empezando hoy: El secreto de Ezequías”
El Reformador de la Presencia de DiosBasado en 2 Crónicas 29–322 Crónicas 29:3 –
“En el primer mes del primer año de su reinado, Ezequías reabrió las puertas del templo del Señor y las reparó.”Cuando el rey Ezequías comenzó a gobernar, lo primero que hizo fue abrir de nuevo las puertas del templo de Dios.
Su padre, el rey Acaz, había cerrado esas puertas y levantado templos paganos. Ezequías pudo seguir ese mal ejemplo, pero decidió ser diferente. Él eligió ser
un reformador.
Un reformador no se deja arrastrar por la corriente. Es alguien que rompe con lo viejo que no sirve y abre camino a lo nuevo que agrada a Dios.
Tu pasado ya está escrito, pero tu futuro está en construcción. La gran pregunta es:
¿sobre qué cimientos lo vas a construir? No hay mejor base que la
presencia de Dios.
Primer paso: Volvernos a DiosEzequías entendió que antes de hacer cualquier cambio, el pueblo necesitaba reconciliarse con el Señor.
2 Crónicas 29:5 –
“¡Levitas, escúchenme! Purifíquense ustedes y purifiquen el templo del Señor… Quiten del santuario todo lo que es impuro.”Dios quiere llevarnos a cosas grandes. Pero eso empieza con
santidad. Limpiar nuestra vida de lo que lo ofende, para llenarla de lo que le agrada.
Ser reformador significa
dejar de darle la espalda a Dios y volver nuestro rostro hacia Él.
Segundo paso: Ser responsable2 Crónicas 29:11 –
“Hijos míos, ¡no descuiden sus responsabilidades! El Señor los ha elegido para estar en su presencia, servirle y guiar al pueblo en adoración.”Lo nuevo que Dios quiere hacer en ti, comienza con lo que ya te encargó.
Si descuidas lo que tienes ahora, dañarás lo que está por venir.
La irresponsabilidad no solo te afecta a ti: si eres padre, afecta a tus hijos; si eres líder, afecta a tu gente.
Dios
ya te eligió para estar en su presencia. Cuida ese privilegio.
Tercer paso: Obedecer con un mismo corazón2 Crónicas 30:12,20 –
“La mano de Dios estaba sobre la gente… y les dio un solo corazón para obedecer. El Señor escuchó la oración de Ezequías y sanó al pueblo.”Cuando el pueblo se unió para obedecer a Dios, Él escuchó sus oraciones, los sanó y los protegió.
Busca siempre primero el consejo de Dios antes que el consejo humano.
Cuarto paso: Ser fuerte y valiente2 Crónicas 32:7-8 –
“No tengan miedo… con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas.”No importa cuán grande sea el problema: Dios pelea por ti. Él cierra bocas de leones, calma tormentas y derriba enemigos.
Ezequías animó a su ejército antes de la batalla. Un reformador no solo actúa:
levanta a otros para que también luchen bien.
Quinto paso: Adorar con acciones2 Crónicas 31:3,5 – El rey Ezequías dio el ejemplo, y el pueblo respondió con generosidad.
Adorar no es solo cantar. Es dar, servir, y entregar a Dios lo mejor de lo que somos y tenemos.
Si quieres aprender a adorar, ábrele el corazón a Dios y deja que Él te enseñe.