11 de Agosto – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él
Cómo pasar de una fe pequeña a una fe imparable
Haciendo crecer nuestra fe2 Tesalonicenses 1:3"Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos… porque vuestra fe va creciendo, y el amor… abunda para con los demás."Pablo estaba feliz. Los creyentes en Tesalónica no se habían quedado con la fe del primer día: ¡estaban creciendo!
Y así como ellos, nosotros también debemos hacer que nuestra fe crezca si queremos recibir todo lo que Dios tiene preparado.
La fe no es algo estático. Es como un músculo: si lo ejercitas, crece; si lo dejas quieto, se debilita.
Jesús dijo que la fe es como una semilla de mostaza: pequeña al principio, pero capaz de convertirse en un árbol enorme.
Eso significa que, a medida que avanzamos en nuestra vida cristiana,
nuestra fe también debe avanzar.
Abraham: un ejemplo vivo de fe que creceAbraham llegó a ser llamado
el padre de la fe. No porque nunca dudara, sino porque cada prueba lo llevó a confiar más en Dios.
La prueba más grande fue cuando Dios le pidió a su hijo Isaac, el hijo de la promesa.
Génesis 22:1 –
“Aconteció… que probó Dios a Abraham…”1. La fe crece cuando es probadaDios probó a Abraham en muchas áreas, y cada vez su fe se estiraba un poco más.
Las pruebas no son para destruirnos, sino para prepararnos para mayores bendiciones.
Lo que hoy te aprieta, mañana puede ser la puerta a tu mayor victoria.
2. La fe crece cuando hablamos con DiosAbraham respondía cuando Dios le hablaba:
“Heme aquí”.
Romanos 10:17 –
“La fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios”.
Leer y meditar en la Biblia es como regar esa semilla de mostaza: la hace crecer fuerte y saludable.
Si no alimentamos nuestra fe con la Palabra, se seca.
3. La fe crece cuando obedecemosObedecer no siempre es fácil. A Abraham le dolió lo que Dios le pidió, pero su obediencia fue inmediata:
“Se levantó muy de mañana”.
Fe y obediencia caminan juntas. No puedo decir que confío en Dios si no hago lo que Él dice.
4. La fe crece cuando confesamos la PalabraAbraham declaró a sus siervos:
“volveremos a vosotros”.
Él no sabía cómo, pero confiaba en que Dios lo haría.
Romanos 10:10 –
“Con el corazón se cree… pero con la boca se confiesa…”.
Creer nos conecta con el poder de Dios; confesar activa ese poder a nuestro favor.
5. La fe crece cuando dependemos totalmente de DiosCuando Isaac preguntó dónde estaba el cordero, Abraham respondió:
“Dios se proveerá”.
Depender de Dios es vivir con la certeza de que Él proveerá lo que necesitamos, cuando lo necesitamos.