UN DIA A LA VEZ

365 Momentos con Él: ABRIL

ABRIL

25 de Abril – 365 momentos con El


Cuando Dios Es Nuestro Sustento


En medio de un mundo lleno de incertidumbre, donde la economía tiembla y las necesidades parecen multiplicarse, hay una verdad firme e inquebrantable:
Dios es nuestro sustento.
No solo nos provee lo que necesitamos físicamente, sino que también nos llena de Su Espíritu, nos da dirección, consuelo y propósito.

Jesús nos recordó en Lucas 11:9-13 que nuestro Padre celestial no es indiferente a nuestras necesidades. Al contrario, Él se deleita en darnos buenas cosas, especialmente el mayor regalo:
Su Espíritu Santo. Como hijos, podemos acudir a Él con confianza, sabiendo que jamás nos dejará sin respuesta ni desamparados.

Este blog es una invitación a mirar más allá de lo material y poner nuestra confianza no en lo que Dios puede darnos, sino en quién es Él.
Aquel que sustentó a Israel con maná en el desierto, sigue siendo el mismo hoy. Y si Él lo hizo antes… puede volver a hacerlo.

ABRIL DIA 25

25 de Abril – 365 momentos con El.

El Dios de Nuestra Provisión

25 de Abril – Un Día a la Vez: 365 Momentos con Él


Tu Sustento Viene del Cielo


Lucas 11:9-13
"Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, que sea padre, si su hijo le pide un pescado, le dará en cambio una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”
Dios es un Padre que provee con amor inagotable. En este pasaje, Jesús nos recuerda que si nosotros, siendo imperfectos, sabemos dar lo mejor a quienes amamos, ¿cuánto más lo hará nuestro Padre celestial con nosotros? No solo quiere suplir nuestras necesidades materiales, sino llenarnos con lo más valioso que podemos recibir: Su Espíritu Santo.

Busquemos a Dios no por lo que nos da, sino por quién es. Cuando lo buscamos con todo el corazón, Él responde. Su deseo no es simplemente darnos pan, sino enseñarnos que “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de Su boca” (Deuteronomio 8:3).

Durante los 40 años en el desierto, Dios sustentó a Israel con maná, agua de la roca, y hasta sus vestidos y calzado no se desgastaron. Esa fidelidad no ha cambiado. Si Dios lo hizo antes, puede volver a hacerlo.
Salmos 104:15 nos revela tres símbolos de Su provisión:
  • Vino que alegra el corazón,
  • Aceite que hace brillar el rostro,
  • Pan que sustenta la vida.
Así también es la obra del Espíritu Santo: nos llena de gozo eterno, nos unge con Su presencia, y nos alimenta con Su Palabra. Cuando te encuentras con Él, no solo cambia tu ánimo, tu rostro también refleja que has estado con Dios.
Pero cuidado…Cuando Dios te prospere y te bendiga, no olvides quién te dio el poder para alcanzar esas bendiciones.

En Deuteronomio 8:11-18, Dios advierte que el mayor riesgo no está en que Él te bendiga, sino en que tú olvides de dónde vino todo.

“No digas: ‘Mi poder y la fuerza de mis manos me han traído esta riqueza.’ Acuérdate del Señor tu Dios, porque Él te da el poder para producirla.”

Dios corre el riesgo de bendecirte, sabiendo que podrías olvidarte de Él… pero lo hace igual, porque Su amor es incondicional.

El secreto para no olvidar
"La gratitud "es la llave. El agradecimiento constante te mantiene anclado al origen de tu bendición. Recuerda de dónde te sacó, cómo enderezó tus pasos, cómo creyó en ti cuando nadie más lo hizo.

Nehemías 9:21
"Cuarenta años los sustentaste en el desierto. ¡Nada les faltó! No se desgastaron sus vestidos ni se les hincharon los pies."
Eso es sustento. Eso es fidelidad. Eso es Dios.

🙏 Oración

Señor, gracias por ser mi provisión y mi sustento. Gracias por correr el riesgo de amarme y bendecirme incluso cuando sabes que soy frágil. Que nunca olvide de dónde me sacaste. Te honraré con mi trabajo, con mi obediencia, y con un corazón agradecido. Tu Palabra basta. Tu Espíritu me sostiene. Y tu amor… me transforma. Amén.
"Si hoy sientes que necesitas un cambio en tu vida, un consuelo en tu corazón o simplemente alguien que ore por ti, baja un poco más. Estamos aquí para apoyarte en oración y creer junto a ti que Dios tiene un propósito perfecto para tu vida. No estás solo, y juntos podemos llevar tus peticiones ante Él."
PASO 1
Desliza hasta el final
PASO 2
haz clic en el enlace de 'Petición de Oración
PASO 3
"Envía tu petición de oración y permítenos acompañarte en este camino. Estamos aquí para orar contigo y por ti."

"Cuando Dios es tu fuente, nunca temerás la escasez. Él no solo provee, también permanece. Confía, descansa y vive agradecido, porque tu sustento viene del cielo."

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